Se piensa que el viaje que hace Rugendas por Coquimbo es un viaje de búsqueda de clientes, ya que estos pintores viajeros, así son catalogados dentro de la historia de la pintura chilena, vivían de la venta de sus obras. Este es un grupo de artistas de diversas nacionalidades, algunos estuvieron de paso, mientras otros vivieron en Chile, como es el caso de Rugendas.
Este libro como bien ha sido llamado por su autor Libro – Objeto es una caja que contiene alrededor de 37 dibujos realizados por el pintor alemán Johan Moritz Rugendas (1745-1854), en el año 1837, en un viaje que realiza por la llamada provincia de Coquimbo, en los albores de la República de Chile.
El trabajo del pintor alemán es de una importancia notable para la historia de Chile, este ilustró muchos de los momentos, personajes, lugares, paisajes de nuestro país.
Al decir de Pablo Diener, la obra de Rugendas en Coquimbo en un dorso de obra incompleto. Diener es la persona más informada y un estudioso de la vida de Rugendas. Esta recopilación está basada en sus investigaciones. Los dibujos que contiene el libro, no llegaron a ser oleos ni pinturas solo se quedaron en bocetos, pero no por eso es una obra menor. Ya sabemos que Rugendas es un eximio dibujante y lo que aquí encontramos es esa calidad de oficio.
Los dibujos están ordenados al interior de la caja cronológicamente porque se situan en el Puerto de Coquimbo, que es el lugar donde Rugendas desembarca en el verano de 1837. A continuación se muestran los dibujos de la zona de Andacollo con el clásico óleo de la iglesia Parroquial de Andacollo. En esta misma trayectoria se incluyen los dibujos que están realizados en el Limarí, que incluyen a localidades como Huamalata, lo que también hoy es conocido como Pueblo de Limarí, al sur de la ciudad de Ovalle, y alguna tipología de habitantes de esta zona. Siguiendo sus huellas este cruce longitudinal de la Provincia nos lleva hacia la zona de Combarbalá y el cruce hacia la ciudad de Illapel que forman parte de un set de dibujos de paisajes finalizando en el poblado de Quelén al interior de Salamanca que era el paso obligado hacia la capital de Chile.
Rugendas se enamoró de Chile, se encantó con su paisaje, con su gente y este viaje que hizo lo demuestra. Ya que sin ser una obra terminada está adornada de pequeños detalles que demuestran ese cariño por Chile.
Uno de los elementos que corrobora este sentimiento es el cambio de tonalidad de su pintura, porque él llega de Europa sosteniendo un técnica pictórica y coloristica ligada al romanticismo, en tanto que en su estadía en Chile cambia esa paleta adoptando la paleta de colores naturales que Chile le enseña en sus paisajes.
La importancia que tiene este trabajo de recopilación y difusión para la región de Coquimbo y realizado por Sergio Olivares Contreras, es dar a conocer este retrato histórico que estaba oculto, donde la idea central del trabajo de Rugendas es convertir lo popular en un motivo artístico queda de manifiesto.
Finalmente agregar que es una obra de gran importancia para tener en nuestros hogares.