En la reciente publicación Tebaida n° 2, donde aparecen publicados los poetas jóvenes más importantes del momento poético chileno, está también, Luis Moreno Pozo, tocopillano, con 26 años a cuestas, ex estudiante de administración y pedagogía en artes plásticas, que ha pasado por los más increíbles oficios; hoy, se desempeña como vendedor en el puerto de Tocopilla. Así, entre la venta de una lámpara o un mueble, escribe un poema, a veces viaja “por las salitreras”.
Moreno por razones de estudio tuvo que viajar a Antofagasta, allí se matriculó en administración, posteriormente supo de un grupo de jóvenes que se dedicaban a escribir y a reunirse, era el Grupo “Germinal”, grupo literario que realizó varias actividades en Antofagasta, y alcanzó la publicación de cuatro cuadernillos (en tres de ellos apareció Moreno). Fue, también en Antofagasta, donde Luis Moreno Pozo se incorporó al Grupo Tebaida, participando en las múltiples realizaciones que Tebaida efectuó en esa cuidad. Aún, Moreno Pozo, recuerda el recital en el Teatro Empart (hoy Universidad de Chile), “donde cobramos dos escudos por persona y tuvimos un público de trescientas (personas)”. Y entusiasmado hablaba de esa lectura de poemas, considerándolo como un récord de público, para esta clase de actividades, en Chile.
La vida de Lucho Moreno Pozo tiene numerosas facetas, es una vida azarosa, de altos y bajos, de anécdotas con connotaciones dramáticas y risueñas. Luis Moreno Pozo es un hombre con ventanas y puertas abiertas. Y por eso hoy se encuentra en “Calidoscopio”(***), después de estar con los “tebaidanos” alrededor de un mes, porque “vine a tomar mis vacaciones y a esperar la aparición de Tebaida”.
La poesía de Luis Moreno no está muy relacionada con su vida, es rotunda y descarnada, no hay utilización de falta retórica, no hay una búsqueda de un estilo definido. Los poemas de Moreno Pozo son verdaderas zambullidas en una realidad descompuesta, donde el hombre deja de ser hombre para seguir viviendo. Poesía sin ambigüedades, valiente, dirigida como una flecha hacia los corazones duros. Es una poesía con sus propias leyes, leyes que se la ha dado su experiencia, que también es la del pueblo al que pertenece.
Nuestra primera consulta es: En tu poesía hay una temática constante: el aspecto social del hombre ¿cómo llegas al tema, por medio de la intuición o por una predisposición? Moreno nos dice: “Creo y entiendo que toda poesía es social, por cuanto el arte es siempre, en la mayoría de los casos, lanzado hacia la sociedad. Mi poesía podría llamarse social y en ese caso me ubico en el segundo punto de la pregunta, porque escribo para y por la sociedad”.
Preguntamos: ¿Tú crees que la poesía es un medio para la revolución? El poeta niega decididamente: “No, creo que en sí misma es revolución “adelantada”, no puede haber poetas para una revolución, sino poetas revolucionarios, no creo absolutamente en los que cómodamente escriben para las revoluciones, o por que se enfermaron de cheísmo póstumo, recalco, el poema que no tenga una gota de sangre, concreta y declarada por la justicia, no será un “poema “para” revoluciones”.
UN ENCUENTRO CON EL CHE
Le preguntamos algo clave para todo hombre latino americano de este siglo: Si te hubieras encontrado algún día con el Che ¿qué le hubieras dicho? Sin titubear nos dice: “Que me faltan agallas para seguirle”.
¿Cuál es tu opinión con respecto a la actividad cultural chilena? El poeta tocopillano piensa un rato y luego comienza a enhebrar la respuesta lento y seguro: Arica, no por lo hace que hasta ahora es poco, sino por el interés que demuestra, es a mi juicio, una de las ciudades con más futuro intelectual del país, esto es porque se nota el esfuerzo, es difícil que una Municipalidad entregue fondos para difundir poesía, pero aquí sí que la dan. Las universidades están tratando de seguir el ejemplo, es el pueblo el que está motivando a las universidades a actuar. Las universidades han dejado de ser catalizadoras, cosa que no sucede en otras partes. Las universidades están actuando, en pequeña medida sí, en la comunidad”.
Por último, para terminar, poeta ¿qué piensas del compromiso en poesía? “Mi poesía —nos dice— no es comprometida, es honesta. Los comprometidos son los que no hacen ni dicen lo que deben hacer y decir”.
Antes de despedirse, nos deja un poema:
PUERTO MONTT
Quién de quiénes,
bajo luna y luna,
quién
por la espalda
quién por la tierra
y labio a tierra
y cara a tierra
y tierra en mano
oxidado de estrellas?
Quién de quiénes
y por quiénes
escupiendo noche
y tablas y clavos
y antorchas verdes:
quién
evitando la miseria
atravesando en la bala y hambre
sudor y hambre
frío y hambre?
Quién de quiénes y con quiénes
transformó la población en misa clara
y se fue mintiendo
y clausurando la esperanza.
Quién. Quién.
* Este artículo escrito por Ariel Santibáñez, fue publicado en el Diario La defensa de Arica, el día jueves 4 de diciembre de 1969. El artículo y la viñeta fueron tomados por Arturo Volantines desde “Archivo Oliver Welden”.
** Ariel Santibáñez nació en 1948, en Antofagasta. Estudio en el Liceo de hombre de esa ciudad; donde, seguramente, fue alumno de Mario Bahamonde. Ganó el Premio Municipal, Arica, 1967. Perteneció al Grupo literario “Germinal”. Fue cofundador del Grupo y de la Revista Tebaida, donde cumplió funciones de secretario de coordinación. Poeta, periodista, profesor de castellano; trabajó muy ligado al poeta visual, Guillermo Deisler. Aparece en la antología La juventud del centenario publicada en marzo del 1966, con auspicio de la Municipalidad de Antofagasta. También su obra aparece en revistas de Argentina, USA., Cuba, Francia, etc. Preparaba su primer libro denominado: Estado de cosas cuando fue detenido el 13 de noviembre de 1974 —de acuerdo al Informe Rettig—, en Santiago, y se encuentra desaparecido.
*** Calidoscopio. Calidoscopio de Tebaida. Espacio al interior del Diario La defensa, donde se publicaban entrevistas, comentarios, noticias y obras, bajo la dirección de Oliver Welden; desde aproximadamente 1968 hasta 1973.
Solo un comentario. Conocí a Luis Moreno, en los avatares de la poesía. Primero cuando miré por la ventana al «Grupo Germinal», del cual; aún tengo un folleto, donde también escribió Rivera Letelier. Luego, en un encuentro de escritores de la Región que se realizó en Antofagasta en los 90. Mis saludos y felicitaciones por la página. Antofagasta.