“Ayer 14 de marzo desde las siete de la mañana avistamos al enemigo al lado norte de La Serena. No era nuestra intención empeñar el combate llegando, para dar descanso a nuestros soldados fatigados por marchas forzadas de día y de noche. El enemigo, sin embargo, al divisarnos, se puso en movimiento en persecución. Sus fuerzas no bajaban de 1.160 hombres de todas armas; su artillería era excelente…Que diferente conducta la del jefe enemigo (Silva Chávez). No solo no se le vio al alcance de nuestros tiros, sino que huyo despavorido, el primero de todos con su numeroso Estado Mayor. Corrió como cuatro leguas hasta el Puerto de Coquimbo llevando la noticia de su vergonzosa derrota.
A las once y media a una carga a la bayoneta de toda nuestra línea, el enemigo no pudo resistir más tiempo y se entregó confusamente a la huida. (Boletín de la División Libertadora del Norte. Libro Batalla de Los Loros, páginas 139-140).
Estamos a cuatro días de recordar un hecho muy significativo para la historia del norte infinito, como se le está denominando hoy en día, a las regiones de Atacama y Coquimbo, nos referimos al enfrentamiento entre un ejército irregular “Ejército Libertador del Norte” y el ejército regular del país.
Esto fue consecuencia de varios motivos, entre ellos; mayor descentralización, mejorar el trato laboral que era muy precario, más los reclamos de los mineros de estas regiones, por el pago de altos aranceles tributarios, pero que no era lo mismo que los agricultores. Es por ello, que propiciaban una nueva Constitución y ver la factibilidad de crear un Estado Federalista.
La conformación de este ejército irregular fue financiada por particulares de este territorio, donde se construyeron inclusive cañones y otros armamentos, se emitieron Pesos Constituyentes, se eligieron autoridades a través del voto popular en Atacama y aparece en combate el “corvo”, que hizo su aparición como arma distinguida y oficial de Chile” (Libro: Batalla de Los Loros, página 16, Sociedad Pedro Pablo Muñoz).
El avance de las tropas desde Copiapó hacia la zona central se fue incrementando con la incorporación de mineros y habitantes de las ciudades, entre ellas, Vallenar (“la Legión Huasquina luchó con su propia bandera: granate con la estrella amarilla en el centro, realizada por la hermana de Jotabeche, Antonia Vallejo”. Libro “Batalla de Los Loros”, página 27. Volantines Ediciones) de quien aportó un interesante contingente. No hay que olvidar que, en ese entonces, estas actuales regiones, eran un real polo de desarrollo económico y cultural del país.
Es por todo esto, que estas regiones están en deuda con estos hombres que se sacrificaron por darle un mejor bienestar y desarrollo a sus habitantes y, están en el completo olvido.